Primer partido de la temporada. Jugábamos en casa contra un San Viator hambriento y con ganas. Durante el calentamiento, las jugadoras del Araba se mostraban nerviosas pero al mismo tiempo estaban concentradas. Sin embargo, esto no duró mucho.

Empieza el primer cuarto y ambos equipos fallan canastas solas, pierden balones, comenten fallos en la defensa… pero hubo algo que diferenció a los equipos; mientras el equipo contrario poco a poco iba entrando en el juego e iba intentando mejorar sus errores, nosotras cada vez nos mostrábamos menos entusiasmadas y perdimos la concentración en el juego. Al final llegamos al descanso perdiendo de 12.

Después de explicarles los fallos que más nos estaban castigando y lo que podíamos hacer nosotras para sacar ventajas de sus errores, las cadetes salían con las cosas más clara y con el ánimo más arriba. Volvimos a empezar bien el cuarto pero no conseguimos dar ese paso hacia delante. Además, se sumó que a parte de la situación “partido”, una de nuestras jugadoras se lesionó y esto acabó con el partido, perdiendo con una diferencia de 24.

Aunque no fue un gran partido, no todo fue negativo. Las jugadoras del cadete cada vez tienen menos miedo y a medida que pasan las semanas podemos ver como empiezan a confiar en sus capacidades y aptitudes. No creo que tardemos mucho en ver su evolución como jugadoras y como personas. Necesitamos tener paciencia, seguir con buena actitud y seguir esforzándonos, porque al final conseguiremos jugar como de verdad sabemos.

Aupa neskak!