Los nervios se apoderaban de nuestras infantiles, de los padres y de los entrenadores; pero teníamos que salir al campo concentradas y con muchas ganas. 

Empezamos con un buen calentamiento y, a pesar del frío, poco a poco nuestras infantiles iban entrando en calor. Comienza el partido. En el primer cuarto se notaba la tensión en ambos equipos y el resultado no nos fue favorable hasta un triple sobre la bocina que hizo crecer un poco la ilusión.

A partir del segundo cuarto, las cosas fueron a mejor: mejoramos la defensa del uno contra uno, castigábamos tanto el rebote ofensivo como el defensivo, mejoramos el movimiento de balón... Aún así, sabemos que las jugadoras no demostraron todo lo que pueden hacer. Hay días en los que se tienen ganas pero las cosas no salen como esperas. Por eso nos toca seguir animando a nuestras infantiles y seguir reforzando ese esfuerzo.

Gogor neskak!