Victoria en Divino Maestro en un partido gris.

        En líneas generales, hicimos un partido regular. Durante todo el partido, en ataque, vimos destellos del tipo de juego que queremos desplegar, haciendo transiciones rápidas, moviendo el balón con criterio, haciendo y leyendo bien los bloqueos, y siendo verticales al aro. Pero, bien es cierto, que en la mayoría de los minutos del partido, jugamos bastante apáticas y sin demasiado ritmo.

        En la otra parte del campo, en defensa, ocurrió algo parecido. Durante varios minutos de juego, fuimos capaces de ser intensas en nuestra defensa, haciendo buenos 1x1, siendo solidarias y ayudándonos unas a otras y dificultando mucho la circulación de balón del rival. No obstante, durante la mayoría del encuentro, nos conformamos con esperar el error rival, lo cual, si queremos seguir creciendo como equipo, es algo que debemos evitar.

        Al final del encuentro, el marcador fue de 80-50, pero mas allá del resultado, en lo que nos tenemos que fijar, para progresar, es en nuestro juego y en nuestra capacidad para ser cada día mas constantes durante los 40 minutos de juego.