Tras una semana de entrenamientos mejor que las anteriores llegábamos al partido con buenas sensaciones, a pesar de saber que el rival era uno de los más fuertes de la categoría (si no el más).

El partido empezaba con muchos fallos en los lanzamientos por parte de los dos equipos. Ambos conjuntos buscaban buenas situaciones de tiro en los primeros 5 minutos, pero ninguno conseguía anotar con facilidad, siendo el marcador 2-4. A partir de ahí, el partido cambio radicalmente. Araski empezó a apretar las líneas de pase y la subida de balón, y Asador no era capaz de cuidar el balón. Además de eso, malas defensas de las locales permitían canastas sencillas al rival, y la dificultad para anotar hacían del marcador un calvario ya al descanso: 5-23.

La segunda parte fue prácticamente idéntica. El Gibajas intentó igualar el nivel de intensidad del Araski, pero nada más lejos de la realidad. Egibide siguió apretando líneas de pase y generando pérdidas a las locales. El marcador se amplió hasta el 11-58 final con canastas fáciles por parte del Araski.

Toca seguir trabajando para darle la vuelta a esta complicada situación y salir del bache todas juntas.

1, 2, 3, JARANA!