Última comparecencia para el joven equipo del Araba en esta temporada. Las ganas de seguir haciendo las cosas bien inundaron  a las jugadoras, que cargaron la mochila y pusieron a funcionar el GPS para desplazarse al inhóspito campo que la federación eligió para el evento.

Puesta en marcha del que podía ser nuestro último asalto; y empezamos completamente fuera de partido. ¿Quién soy yo para cambiar las costumbres de estas chicas? 

Poco a poco el equipo se fue encontrando para terminar dominando a un gran Araski en el intermedio. La mejoría en el ataque y una clásica defensa llena de errores pero que tira de corazón, permitieron a las nuestras descansar con 2 puntos de ventaja.

Lo que parecía un imposible, ya no lo era tanto, la línea de trabajo estaba marcada.

Una pena que durante toda la segunda mitad no pudimos mantener ese nivel de intensidad defensiva y juego loco de ataque. Esas señas de identidad presentadas durante toda la temporada y que a pesar de no verse reflejadas en los resultados finales, bien se han ganado más de un halago y han enamorado a más de una grada.

Peleamos, usamos nuestra defensa zonal para reengancharnos al partido y llegar empates a falta de dos minutos y medio. Y aquí, cuando más quemaba la pelota, la interior de Araski anoto un lanzamiento de los que cuando entran hacen sonar la red. Silenció el pabellón y el Araba termino cediendo en los minutos finales ante un Araski que gestiono mejor estos momentos. 

Duro final 55-50 para cerrar el telón a la temporada y escribir un capítulo más de un equipo que ha peleado a todo el mundo y que se terminó abonando al casi. Un equipo lleno de ilusión por el basket.  #nuestroArabaCadete.